Jardines Verticales Artificiales Ignífugos (Clase B): Seguridad y Decoración

Los jardines verticales artificiales son la solución perfecta para llevar la naturaleza a interiores comerciales, oficinas y restaurantes. Sin embargo, en entornos de afluencia pública, la seguridad contra incendios no es negociable. Por ello, la elección de modelos con Certificado Reacción al Fuego Clase B es fundamental.

¿Qué es un Jardín Vertical Artificial Ignífugo?

El término jardín vertical artificial ignífugo es una forma común de referirse a aquellos modelos que han sido testeados y certificados con la normativa de reacción al fuego Clase B (según la UNE-EN 13501-1).

Esta certificación es la máxima exigida para muchos materiales decorativos en interiores públicos y garantiza que el producto:

  • Combustión Limitada: Su contribución a la propagación de un incendio es muy limitada.
  • Baja Generación de Humo: Reduce la producción de humo tóxico, crucial para la evacuación.
  • No Desprendimiento de Gotas: Evita la caída de partículas inflamadas que propagarían el fuego.

Importancia de la Clase B en Restaurantes, Oficinas y Negocios

La instalación de decoración en espacios comerciales y corporativos está sujeta a la normativa española de seguridad contra incendios.

  • Cumplimiento Normativo: Elegir jardines verticales artificiales con certificado Clase B asegura que tu negocio cumple estrictamente con la regulación vigente, evitando sanciones.
  • Prioridad para Clientes y Empleados: Garantiza la seguridad en lugares con alta afluencia (restaurantes) o presencia constante de personal (oficinas).
  • Ventaja Adicional: La certificación puede influir positivamente en la contratación de seguros al demostrar que se han tomado medidas preventivas.

Más que un Elemento Decorativo: La Ventaja Ignífuga

La propiedad ignífuga no compromete en absoluto la calidad estética o la durabilidad del jardín. Al contrario, marcas como Bonerva lideran el mercado ofreciendo modelos certificados Clase B que combinan un realismo excepcional, la máxima resistencia a los rayos UV (fundamental para la longevidad del color) y la adaptabilidad modular. El jardín artificial ignífugo es una inversión en diseño espectacular y en una garantía de seguridad y resistencia a largo plazo, manteniendo el mantenimiento cero que los caracteriza.

En resumen, incorporar un jardín vertical artificial Clase B de Bonerva es una inversión inteligente que une diseño atractivo, cumplimiento legal y la máxima tranquilidad para propietarios y usuarios.